viernes, 5 de septiembre de 2008

MÁGICAS SEÑALES

Si quieres disfrutar adivinando y jugando en la vida cotidiana, conozco el método mas sencillo y divertido que puedas utilizar para conocer más allá de lo que tus sentidos te puedan ofrecer.

Si quieres que el universo te guíe, sólo tienes que escucharlo, este nos susurra cosas continuamente. Los vientos arrastran mensajes que nos rodean en nuestra vida cotidiana.

Continuamente recibimos señales de la Divinidad que trata de comunicarse con nosotr@ para alertarnos, guiarnos y hacernos sentir que en todo momento están a nuestro lado para ayudarnos.

Antiguamente los seres humanos sabíamos comprender e interpretar estas señales que nos mandaban desde no se sabe que lugar, para ofrecernos orientación en todo momento.

Hoy os traigo una cálida y reconfortante noticia, podemos aprender de nuevo a escuchar los susurros del universo, que han sido lanzados a nuestro alrededor para hacernos la vida más fácil.

Nos aconsejan de nuestro presente, nos advierten del futuro,nos señalan qué nos interesa en la vida, nos ayudan y nos facilitan la tarea.

Nos hacen desarrollar capacidades mágicas que creemos no tenemos.

Vamos a disfrutar contando con muchas más posibilidades y teniendo más información con la que hayamos contado nunca.

Sólo tendremos que mirar y escuchar con el alma lo que llega a nuestro alrededor.

El único requisito es estar muy ATENT@.

Pero esto es muy divertido, porque recibes tantas señales que te asombras y quieres seguir jugando a ello sin parar.

De dónde llegan estas señales, quiénes las mandan.

Tal vez son recuerdos de vidas pasadas, de nuestros antepasados, de nuestra cultura, de nuestra memoria colectiva, del cielo y sus ángeles, de la Tierra y sus seres mágicos.

Podemos recibirlas por la calle o estando en casa:

Cuando olemos algo que nos transporta a otro lugar.

Oímos una música que nos transporta a otro tiempo.

Tenemos una corazonada.

Soñamos algo que nos trae un mensaje.

Vemos una nube con forma especial que habla a nuestra alma.

Nos cruzamos con personas que hablan de temas que conectan con nuestras inquietudes o hacen que nos acordemos de alguien.

Decimos palabras que se nos escapan y no hemos pensado y nos dicen algo.

Aparecen unos sentimientos fuertes que no comprendemos, antes ciertas situaciones.

Vemos algo con el rabillo del ojo que luego no esta.

Tarareamos una canción sin saber como ha llegado.

Cuando leemos palabras que nos saltan a la vista una y otra vez.

Coincidencias que se repiten.

Cuando pensamos en alguien y nos llama por teléfono.

Cuando nuestros animales de compañía nos alertan de algo.

Cuando abrimos un libro al azar y nos cuenta lo que necesitamos oir.

Todas estas señales son mensajes que tenemos que escuchar atentamente y tratar de sacar su sabio mensaje para nuestra vida en este momento.

Algunas veces pido señales sobre algún tema en particular y os aseguro que es asombroso, cuando las recibes sientes hasta un poco de miedo de la eficacia del juego.

Os voy a contar mi primera experiencia que nunca podré olvidar.

Acababa de leerme el libro de las señales y comía con una amiga y hablabamos del tema.

Habia que ponerlo en práctica en seguida, así que pedí al universo que quería información sobre un chico nuevo que acababa de aparecer en mi vida, sería bueno dejarlo entrar o no merecía la pena.

De camino a mis clases iba atenta a todo lo que veía, lo que podía oír, las personas, cómo llegaría la señal, es una bella manera de vivir en el presente, parece un juego y alienta lo inesperado y sorpresivo del tema.

Me di cuenta que llegaba con mucho tiempo de adelanto y decidí tomar un té en cualquier lugar de alrededor y me metí en una cafetería que nunca antes había entrado.

Fue magnifico, os aseguro que fue muy grande lo que sentí, cuando al acercarme la taza a la boca vi delante de mis ojos unas letras grandes y rojas que ponían su nombre, el nombre de este chico.

Creo que dije en voz alta, ¡ no me lo puedo creer !, cuando al mirar a mi alrededor toda la cafetería estaba llena de su nombre, en las servilletas, en las tazas de la mesa de al lado, en los azucarillos; en la cristalera junto a mi había un rotulo inmenso con su nombre dentro de una corona de rey, el nombre de la cafetería era el de este chico.

Me quede estupefacta, increíble el humor del universo, que me decía :"adelante a ese chico, tienes todo nuestro permiso".

Diréis,¿ te casaste con él?, pues no, pero si fue el Rey que vino a enseñarme que yo era una Reina en algo que aún desconocía.

Ahora os contaré mi ejemplo preferido del libro: Una chica quería pedir un aumento de sueldo a su jefe y no sabía cuando sería el mejor momento, pidió al universo una señal y días más tarde, iba a eso de las 7 de la mañana para el trabajo cuando observo que en la puerta de la tienda por donde pasaba se habían olvidado de darle la vuelta al letrero de cerrado y en lugar de ello ponía abierto; no le hubiera dado más importancia al asunto si no se hubiera encontrado que unas tiendas más abajo el cartel volvía a poner abierto de nuevo, lo cual interpreto como que era el día ideal para su petición y así fue. El jefe le dijo que si lo hubiera pedido antes se lo hubieran denegado.

Muchas veces no necesitas pedir señales sobre ningún tema en particular. Las señales llegaran de lo que más necesites en ese momento.

Vereis muchos años después he vuelto a pedir el libro a mi amiga para poder escribir sobre las señales en el blog, iba leyéndolo por el metro y durante todo el día pedí señales de cualquier cosa para mi vida.

Al entrar al vagón me coloque en un asiento libre y allí estaba en el mismísimo asiento de enfrente una persona con la que tenia muchas cosas que resolver y perdonarnos y con la cual no era capaz de ponerme en contacto.

Para mi fue una gran señal, esto es mas que una casualidad en el mundo del metro de Madrid. Pues bien lo invite a bajarnos, a hablar y aclarar tantas cosas y de nuevo volvió la amistad tan grande que la vida propicio dándonos una nueva oportunidad.

Estamos tan guiados...

Pide al universo sus señales, te sorprenderá con su poderosa magia y su gran sentido del humor.

Este comentario lo escribo un año despues de redactar este artículo. Una chica que leyo esto, me escribió un mensaje y me contaba sus experiencias con las señales. Eran tan alucinante que le pedi permiso para contarlo aquí. Ahí va.

Ella cuenta que recibe muchisimas señales, tantas que hubo un momento en que se sintió agobiada, porque le llegaban de todas partes. Y decidio decir ¡no! a recibirlas, pues bien, cuenta que cuando fue a mirar su buzón estaba todo lleno de papelillas que ponian: ATENCION A LAS SEÑALES, ATENCION A LAS SEÑALES...Eran de propaganda de una autoescuela, pero no me direis que no tiene gracia.

Imaginaros como se quedó, increible el humor del universo.

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