" Hay pocos placeres más satisfactorios que entrar una noche fría en una casa caldeada y encontrarla llena de aromas de pan recién hecho y de sopas que hierven despacio, o el olor terrenal de unas verduras bien asadas."
El invierno no tiene por qué ser una época de carencias gastronómicas, una estación a la que hay que sobrevivir, un vacío culinario que soportar año tras año; la estación fría puede y debe ser una oportunidad para deleitarse en la calidez de la cocina y de la casa ".
Las verduras que crecen bajo tierra se llaman tubérculos , cuyo sabor se encuentra en su punto álgido en invierno.
Estos no se limitan a la familiar zanahoria y a las patatas que tanto nos gustan a tod@.
Comprenden las remolachas, las batatas ( boniatos), el colinabo, el hinojo, los ñames, los nabos, las chirivias.
Una de las maneras más seductoras de cortejarnos que tiene la vida es a través de los alimentos de temporada.
Hasta hace pocos años, yo no estaba familiarizada con los encantos concretos de estas maravillas invernales, pero el amor que crece despacio siempre echa raíces.
¿ Por qué no amplías tus límites tradicionales preparando cada semana una verdura que sea nueva para ti?.
Todos los tubérculos tienen su sabor distinto, requieren poca ornamentación y cada uno nos proporciona una sensación de calidez y bienestar cuando los servimos calientes y blandos.
Para crecer los tubérculos, absorben los nutrientes del suelo y los conservan durante el almacenamiento y la cocción.
Por eso son el medio más idóneo para obtener las vitaminas y sales minerales que necesitamos diariamente en dosis abundantes y deliciosas.
Muchas personas sienten que les dan gases, procura comerlos como único plato en una comida y sobre todo no los mezcles con proteínas, ya veras como ningún alimento tomado solo te hace daño.
Y como también sabemos que engordan , no te los tomes con culpabilidad, preparate a comerlos con deleite aunque solo lo hagas de vez en cuando.
Prueba las batatas ( boniatos), fritas en lugar de asadas, como haces las patatas.
¿ Se te ha ocurrido comerlas en forma de puré ligero y cremoso?
Asada al horno, hazla puré. En una sartén derrite dos cucharaditas de mantequilla y media cucharadita de tomillo fresco picado muy fino.
Mézclalo bien y vierte la esponjosa crema en un cuenco, espolvoreándole sal y pimienta recién molida.
Experimenta con tubérculos de sabores y colores distintos y en proporciones diversas: remolacha, nabo, zanahorias, chirivia.
Haz los purés separados y construye un paisaje vegetariano a base de cucharadas de blanco, rosa y naranja.
Juega con los tubérculos.
Llevan esperando mucho tiempo para revelarte su auténtico naturaleza.
SARA BAN BREATHNACH
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