viernes, 29 de noviembre de 2013

MUJERES EN NAVIDAD

El mundo nos exige a las mujeres, que seamos expertas en hacer lo que todo el mundo dice que no puede hacerse.

Donde comen dos comen tres, el dinero llega hasta fin de mes, las sobras se convierten en un festín, las heridas se curan con un beso, encontramos lo que no encontrábamos en ningún sitio...

Mira, lo hemos conseguido de nuevo. Ha llegado la Navidad y hemos sobrevivido. Y lo que es más, lo tenemos todo a punto. O si no lo tenemos todo a punto, casi.

Así que tranquilas. La familia y los invitados no echaran de menos nada de lo que les gusta.

La primera Navidad se desarrollo como lo hizo, una noche de hace mucho tiempo, porque una exhausta y atormentada posadera se detuvo el tiempo suficiente para que la moviera la fuerza del amor.

Improvisó para que una asustada adolescente soltera a punto de dar a luz por primera vez, pudiera estar a gusto.

Y al hacerlo, fue la partera de un milagro que cambiaría el mundo.

Perdóname si puedes, pero me gustará sugerir que durante la primera Nochebuena, Dios Padre estaba en el cielo, pero era la Gran Madre la que estaba en la tierra, pariendo a su hijo.

En mi corazón, veo a la posadera abandonando el atestado y ruidoso comedor para correr a su cuarto, abrir un baúl y sacar sus mejores prendas para que la madre y el niño tengan todo lo que necesitan.

Lleva entre sus brazos linos y sedas, las mantas de su propia cama y su chal favorito.

En mi imaginación, veo también la sonrisa de agradecimiento de la muchacha, oigo su suspiro de alivio, noto el sabor a sal de sus lágrimas.

No huelo sólo a establo sino también el aroma del caldo que la mujer ha dado a beber a la joven para que no le fallen las fuerzas.

Así fue como tuvo lugar el Prodigio.

Cuando contemplo las velas que arden en Navidad, veo en ellas el símbolo del Gran Amor que infundió Dios en la forma humana, para que el mundo se iluminara y se embelleciera en su oscuridad.

El espíritu que lleno de luz la oscuridad del mundo, procedía sólo del Niño.

En el establo también había dos mujeres. Hoy hay muchas mujeres que creen en esta luz a la que dieron vida.

Y es cada día, cada mujer del mundo creamos luz y vida.

Benditas seamos todas las mujeres, poderosas jovenes , madres llenas de amor y abuelas poseedoras de tanta sabiduria.

AWEN  MUJER  EN  NAVIDAD.

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